El pasado fin de semana del 10/11/12 de junio, un grupo de socios y amigos de La PEKA se dieron cita en la localidad de Milagro (Navarra) para disfrutar de «La fiesta de la cereza«.
En fechas anteriores, un grupo de socios de la zona, se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Milagro, para proponer la idea de adecuar un espacio provisional para acudir con nuestros vehículos y así poder ser participes de la festividad. Así mismo, se aprovechó la ocasión para mantener una charla con Joaquín Bermejo, concejal de la localidad, para proponer al Ayuntamiento la posibilidad de crear un área de servicios para vehículos vivienda. En principio se quedó en mantener los contactos para colaborar con el Ayuntamiento en cualquier necesidad que tengan para la construcción de la misma.
Los allí presentes pudimos sumergirnos en los actos programados para el fin de semana. Comenzamos el sábado con el primer acto, que comenzaba justo al lado del espacio habilitado para pasar el fin de semana con nuestros vehículos, la trashumancia de ganado de reses bravas, fue un acto que gustó mucho a pequeños y mayores.
Luego, viendo el intenso calor que azotaba la zona, decidimos ir a pasar el día a las piscinas municipales, un recinto nuevo, con todas las comodidades y unas piscinas extraordinarias. Allí mismo hay un restaurante en el que comimos tod@s muy bien.
Más tarde pudimos ver encierros de vacas por la calle, conciertos y no podía faltar un refrigerio en las múltiples terrazas hosteleras del municipio. Para finalizar la jornada, los asistentes disfrutamos de una cena conjunta en el espacio que nos habían habilitado para estar nuestros vehículos, en el que nos permitieron sacar mesas y sillas, para compartir una cena «a la fresca».
El Domingo era el «día grande». Desde primera hora de la mañana recorrimos los diferentes puestos de venta de «cereza de Milagro«, y un sin fin de puestos dedicados a repostería, alimentación, refrescos, etc. Los más pequeños gozaron de la comparsa de Gigantes y pasacalles con los gaiteros, había también paseos en calesa, conciertos, talleres de cocina y muchas más cosas que me dejaré.
Para comer, previo pago de unos tickets muy económicos, degustamos una rica paella en el pabellón del pueblo donde pudimos comer todos juntos acompañados de los lugareños y resguardados del calor y la previsión de tormenta que rondaba el pueblo.
Por último, después de comer, nos dirigimos al recinto donde esperaban nuestros vehículos para ya cada uno poner rumbo a casa.
Disfrutamos de un fin de semana diferente, lo pasamos genial, y desde estas líneas queremos dar las GRACIAS a todo el pueblo de Milagro y a su corporación municipal por el trato recibido. Esperemos que salga adelante el área destinada a vehículos vivienda y así poder visitar Milagro más a menudo.